Acabado el verano y con las pilas cargadas por el descanso estival, volvemos a la normalidad con las miras puestas en un otoño que se prevé movido.
Estos días la actualidad informativa viene marcada por el nivel de vacunación de la población, la falta de previsión del govern de la Generalitat ante la vuelta a las aulas, la factura de la luz, la renovación de los órganos del poder judicial, los incendios y la mesa de diálogo.
Todos estos temas, siendo importantes, han quedado en parte eclipsados por el ¿último? episodio del debate sobre la ampliación del aeropuerto del Prat y el alargamiento de la tercera pista. Parece que Aena, finalmente, desiste de su voluntad de acometer una inversión que ha generado un áspero debate entre defensores y detractores. A raíz del anuncio del abandono del proyecto por parte de la ministra de transportes unos y otros se cruzan duros reproches, lo que pone de manifiesto la trascendencia del proyecto y la falta de consenso sobre el mismo.
En El Prat, sin embargo, este tema ha generado un infrecuente consenso. Partidos, entidades, sociedad organizada y ciudadanía a título personal se han posicionado en contra de la ampliación del aeropuerto y de la destrucción de zonas protegidas y de gran valor ambiental. De confirmarse finalmente la noticia la ciudadanía del Prat podrá respirar tranquila, al menos de momento.
Por otra parte, los últimos días de septiembre nos traen también nuestra Festa Major. En la edición de este año pretendemos recuperar toda la normalidad que la situación de la pandemia y la prudencia nos permiten. Serán días de reencuentro, de salir a la calle y disfrutar de los espectáculos, los conciertos y los amigos, y de recuperar el pulso de las entidades culturales, que volverán a llenar las calles de color con su actividad. Seamos prudentes y extrememos las precauciones, pero qué diferencia respecto la del año pasado. Bona Festa Major!